Pero ya hablando en serio, parece que, desde lo de la pandemia, el ser humano poco a poco está dejando de lado la diplomacia y los diálogos, y poco a poco comienza a retroceder hacia su estado más primitivo de darle en la madre al otro.
Yo desearía vivir en un mundo donde todos podamos vivir en paz, pero temo que nací en el planeta equivocado.